En realidad la agroecología, es una práctica de cultivos y de la ganadería producidas por las comunidades alto andinas, desde los tiempos de nuestros antepasados. Es verdad, que estas prácticas fueron interrumpidos por las políticas del modelo agro-exportador, con la introducción de productos de monocultivo, a gran escala para mercados de exportación, con el uso indiscriminado productos agroquímicos, todo ello fomentado por las políticas neo-liberales o liberales. Pero las familias de las comunidades de los Andes o sea alto andinas, sobre la base de sus saberes y conocimientos de tecnologías, en manejo de suelos, la selección de semillas, los indicadores agro-biológicos, mantienen la práctica de la producción agroecológica. Si bien es cierto, que hay un proceso de contaminación de las semillas y suelos con el uso de agroecológicos, también es verdad que la agricultura familiar y ganadería familiar de los criadores de camélidos andinos (alpacas y llamas), aún siguen manteniendo las prácticas de producción agroecológica, entonces nuestro reto es coadyuvar a vigorizar estas prácticas agroecológicas, como alternativa de la soberanía alimentaria de las propias familias, de las poblaciones periurbanos y urbanos.
Como se puede apreciar en la Revista de lectura, que organizaciones (ONGs y productores) de más de diez países desde el 2010, vienen realizando acciones coordinadas, para la promoción de la producción agroecológica, a ello hay que agregar el segmento de los consumidores de productos agroecológicos, que son los aliados estratégicos del productor agroecológico. La oferta masiva de alimentos "chatarra", que inundan en ciudades, pueblos y centros poblados de comunidades, que en suma viene causando una serie de enfermedades; como reacción natural frente ha estos efectos, las propias familias apoyen el consumo y la producción de productos agrecológicos. En resumen, puedo decir que la producción agroeoclogíca será un privilegio principalmente de los países andinos.