La lucha por el reconocimiento cultural y políticos de las comunidades rurales en Colombia se ha visto rechazada a partir de la abstención por parte de Colombia en la Declaración de Naciones sobre los derechos de los campesinos y de otras personas que trabajan en las zonas rurales. Hecho político que afecta directamente en la lucha social por el reconocimiento de los campesinos como sujetos especiales de derechos.
El asesinato de líderes y lideresas sociales ha afectado la normalización de una democracia liberal y participativa, hecho que pone en duda la legitimidad del Estado colombiano