La soberanía alimentaria supone la integración de la actividad humana individual o colectiva en sus diferentes prácticas productivas vinculadas a lograr la ingesta de alimentos sanos y suficientes, en un marco de respeto a la naturaleza o Pacha Mama -situación que en caso del Ecuador, significa el cumplimiento de los Derechos Constitucionales de la Naturaleza-, con la seguridad de la tenencia, propiedad y acceso a la tierra, con procesos que respeten la territorialidad de las comunas y comunidades campesinas e indígenas ancestrales y la implmentación de procesos de redistribiución de la tierra hacia poblaciones que no las poseen o han sido expulsadas de ellas.
Supone tambien la implementación de prácticas de cuidado de los suelos evitando su degradación antrópica o provocada por la acción humana sobre todo en lo vinculado al incremento del monocultivo intensivo vinculado a la producción para la exportación -banano, palma aceitera-, la deforestación intensiva en detrimento de la frontera agrícola, el cambio de uso de los suelos provocado por el incremento de los procesos de urbanización en detrimento de la producción hortícola, o la ejecución de proyectos extractivistas de minería a cualquier escala; y, la gestión participativa de las cuencas hidrográficas y los recursos hídricos, cuidando los páramos, fuentes, humedales. Suppne tambien la eliminación de las causas de la contaminación de la naturaleza y del agua.
En resumen la soberanía alimentaria es parte del cumplimiento integral de los derechos campesinos e indígenas expresados en los derechos constitucionales del Buen Vivir, de la Naturaleza y de los colectivos de pueblos y comunidades indígenas del Ecuador.