En estas circunstancias, los territorios se convierten, por un lado, en escenarios de disputa entre diversos actores que tienen intereses sobre éstos; por otro, en espacios de construcción de la autonomía de comunidades indígenas, afrodescendientes y un creciente número de grupos campesinos. La consagración internacional de derechos étnicos y campesinos alimentan estos procesos de resistencia a nivel nacional, regional y local. Estas luchas también propician escenarios donde se articulan los sectores rurales con movimientos subalternos e intelectuales urbanos, lo que cuestiona la separación que se hace entre campo y ciudad. Por último, la movilización y la unidad sirven para contener las formas de violencia y represión que se ejerce especialmente contra los actores rurales. El campo es un factor muy importante ya que es lo principal en el ámbito económico, y aún así muchos lo desconocen o lo ignoran dándole bajo nivel , poco a poco se ha ido escuchando y dando a conocer los derechos de los campesinos junto con lo de los indígenas formando grupos de protección y acciones que ayudan a fortalecer el capo asì haciendonos ver y sentir.
Durante siglos los pueblos originarios de la multicultural y multiétnica junto con los sectores campesinos en Colombia fueron despojados de sus territorios ancestrales. En medio de esa amarga realidad, la movilización ha permitido a los nativos continuar existiendo como pueblos con identidad y cultura, defendiendo sus territorios, autonomía y gobernabilidad propia. han luchado por la defensa de la vida, el territorio,
la cultura y la autonomía.Los movimientos sociales no solo reclaman mejores condiciones de vida sino derechos ciudadanos como la igualdad y la libertad junto al respeto por la diferencia. En tiempos recientes se destacan aquellos movimientos por la defensa de tierras y territorios amenazados de ser despojados por la influencia capitalista en el agro y, en especial, por el extractivismo de todo tipo.