Bolivia votó en favor de la Declaración, sin embargo, esto no fue socializado adecuadamente. Indudablemente es un gran avance, que pienso puede apuntalar luchas importantes que tenemos en este momento, como por ejemplo, la lucha contra la introducción de transgénicos para preservar nuestras semillas de origen y salvar la soberanía alimentaria, la lucha por que la Consulta previa no sea solo un enunciado lirico en nuestra Constitución, que el derecho a la autodeterminación de los pueblos vaya más allá de la formalidad legal y se haga efectiva.
Por otro lado considero fundamental que, desde el Estado Boliviano se replantee la ley Agraria, para regular no solo Derecho propietario sobre la tierra, sino también regular qué se va producir (porque día tras día crece la frontera agrícola para biocombustibles y tarta de soya para exportación, producción que no internaliza los costos ambientales), cómo se va producir (regular el uso de agro tóxicos y prohibir las transgénicas) y para quien se produce (a efecto de privilegiar la producción del campesino sobre la del agroindustrial) con la finalidad de garantizar la conservación de medio ambiente y la seguridad y soberanía alimentaria. Creo que es momento de frenar el agro negocio que busca solo rentabilidad sobre la seguridad, e incentivar la producción de alimentos inocuos para el consumo humano. Dios permita que quienes asuman pronto la conducción de nuestro país, hagan una lectura correcta de las necesidades y prioridades fundamentales para la vida.
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