1. Consecuencias en la primera infancia… ¿Cuáles son las consecuencias de la falta de cuidados en la primera infancia?
El video “Los 1000 días de oro” nos confronta con una verdad profunda donde la calidad del cuidado en la primera infancia define el desarrollo integral de una persona y, por extensión, el futuro de toda sociedad.
Las consecuencias de la falta de cuidados adecuados en esta etapa son graves y duraderas: estrés tóxico, dificultades de aprendizaje, problemas de conducta, bajo rendimiento escolar y mayor riesgo de exclusión social. Pero más allá de los datos científicos, este video nos invita a reflexionar sobre el valor del cuidado como acto político y transformador.
Nos invita a cuestionar el por qué el cuidado sigue siendo invisibilizado, precarizado y delegado casi exclusivamente a las mujeres. ¿Por qué lo que sostiene la vida se considera “menos valioso” que lo que produce ganancia? Reconocer el cuidado como derecho humano implica redistribuirlo de forma justa entre géneros, familias, comunidades y el Estado, y garantizar que cada niña y niño reciba afecto, nutrición, estimulación y protección en condiciones dignas.
2. El cuidado de quienes cuidan… ¿Qué reflexiones puede compartir?
Que las personas que cuidan, especialmente a familiares con discapacidad, están siendo sistemáticamente descuidadas, tal como nos lo da a conocer Verónica, sobre todo cuando no está sostenido por redes, políticas ni reconocimiento, puede el cuidador llegar a abandonarse. Puesto que cuidar 24/7, sin descanso, sin paga, sin reemplazo, no es solo una carga física: es una experiencia emocional intensa que puede llevar al agotamiento, la culpa, la alienación e incluso a la enfermedad o la muerte como lo relata Veronica, y lo peor es que no son casos aislados, son realidades compartidas por miles de personas, en su mayoría mujeres, asignadas a este rol bajo una lógica patriarcal que naturaliza el sacrificio femenino y desvaloriza el cuidado.
Este video no es una invitación, sino un llamado a la acción colectiva, no podemos seguir construyendo sistemas de cuidado que se sostienen sobre el desgaste invisible de quienes cuidan. Necesitamos políticas integrales, apoyos terapéuticos, redes comunitarias y, sobre todo, una transformación cultural a que ante todo sea la vida el centro.