Agroindustrial
AGROINDUSTRIA
Para empezar a tratar sobre la agroindustria, es bueno comenzar por saber a que se refiere la agro-industria, por eso pondremos una definición aproximada de lo que es:
La agroindustria es una rama de la industria que a su vez se encuentra dividida en dos actividades, por un lado, alimentaria, que se encarga de la transformación de los productos provenientes de la agricultura, ganadería, pesca, riqueza forestal, entre otros, en productos elaborados para el consumo. Y por otra parte, la no alimentaria se ocupa de la transformación de las materias primas usando sus recursos naturales para la realización de diferentes productos.
El campo de acción de la misma es realmente amplio, incluyéndose por ejemplo el diseño de equipos para las industrias, así como también la administración de industrias.
ABC http://www.definicionabc.com/economia/agroindustria.php
Por lo visto anteriormente la agroindustria se refiere a la transformación de los alimentos y/o productos provenientes de la agricultura principalmente.
CARACTERÍSTICAS DE LA AGROINDUSTRIA
Las principales
características de la agroindustria son:
- Se
desenvuelve en un ambiente incierto y más cambiante que en otra actividades.
-
Afectada por los factores e la naturaleza de difícil predicción como el clima.
-
Altamente vulnerable a factores políticos y sociales, por su relación con la
alimentación.
- Exige
un constante monitoreo (seguimiento) del entorno tanto para fines de supervisión
como para detectar oportunidades.
- Las
labores de planeación (resalta la de prever la disponibilidad de materia prima)
se dificultan por su aleatoridad.
-
Moviliza y trata productos la mayor parte de la veces perecederos, es decir,
que se echan a perder si no se les brindan ciertas condiciones de temperatura y
humedad.
- Se
desenvuelve en estrechos periodos de tiempo (por ejemplo los pocos días que
transcurren entre la cosecha del mango hasta llegar al mercado de destino).
- Exige
una alta coordinación y seguimiento de los flujos de productos - servicios (las
actividades relaciones con la logística son clave).
- La
experiencia indica que de alguna forma el negocio agroindustrial es crítico en
el tema aprovisionamiento. Y de la misma forma, la agricultura sin concertación
con alguna agroindustrias es muy riesgosa.
- En
muchos casos, se trata de proyectos intensivos en capital de trabajo, más que
en inversión fija ante la particular importancia de la inversión circulante en
estas empresas. Una de las razones de esta peculiaridad podría ser la
estacionalidad de las cosechas, que obliga a acumular inventarios para ser
usados en el transcurso de un largo periodo de tiempo.
- Por
tratarse la mayor parte de los casos de alimentos, el consumidor es sumamente
exigente. Si la salud está de por medio, la opinión del consumidor es
especialmente crítica.
- Los
procesadores agroindustriales adquieren en muchos casos los excedentes de las
cosechas, reduciendo la oferta al mercado fresco. De enviarse estos volúmenes
al referido mercado, los precios bajarían ostensiblemente, afectando al
productor agrario.
http://agroindustriaperu.galeon.com/enlaces747556.html
PESO DEMOGRÁFICO
En los últimos 20 años, los cultivos agroindustriales en Bolivia se quintuplicaron y pasaron de 314.518 hectáreas a 1.507.857, mientras que los niveles productivos de la agricultura de base campesina, que es la que abastece al mercado interno, se estancó.
Se trata de una de las principales conclusiones del estudio que elaboró Enrique Castañón Ballivián para la Fundación Tierra bajo el título "Las dos caras de la moneda". El documento indica que "a mediados de la década de 1980 cerca del 91% de la superficie cultivada en Bolivia estaba destinada a la producción de alimentos básicos y solo 9% a cultivos industriales (Pacheco D. , 2011). Hoy en día, sin embargo, de los 3,1 millones de hectáreas cultivadas en el país, 1,5 millones (48%) corresponden a cultivos industriales (soya, caña de azúcar, algodón, girasol y otros) y 1,6 millones (52%) a alimentos básicos producidos principalmente por pequeños productores campesinos e indígenas (cereales, hortalizas, frutas y tubérculos) (INE, 2012). Este cambio sustancial en el patrón productivo se explica fundamentalmente por la implementación del modelo neoliberal desde 1985", que redujo el rol que tenía el Estado.
DATOS REVELADORES. Con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el trabajo señala que a principios de la década de 1990, la proporción de superficie cultivada en el país, destinada a los alimentos básicos, es decir, cereales y tubérculos principalmente, llegaba al 64% del total, mientras que los cultivos ligados al agronegocio ocupaban solamente un 25%.
El autor señala que las políticas neoliberales, como el proyecto Tierras Bajas del Este, que contó con el Apoyo del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo, tuvo como objetivo viabilizar la expansión de la producción agroindustrial hacia el lado este de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Se trata de uno de los principales proyectos que impulsó el crecimiento del agronegocio hasta superar el tercio del total de la producción agropecuaria en el país, mientras que la superficie sembrada con cereales tuvo un modesto crecimiento de 627.918 a 1.095.239 hectáreas. En el caso de los tubérculos, el crecimiento es de apenas casi 17 mil hectáreas, es decir, que pasó de 172.348 a 189.052 hectáreas. Los datos muestran que ésta sería una de las principales causas para que el país sufra una permanente escasez de alimentos agrícolas, por distintos factores como los climáticos, y por ende una tendencia inflacionaria.
PESO ECONÓMICO
Expertos alertan que
el crecimiento de la producción agroindustrial va en detrimento de la
plantación de alimentos, tubérculos o frutas. El Gobierno
garantiza seguridad alimentaria para 2025.
"Los productores prefieren producir más
soya en Santa Cruz o quinua en el caso de Oruro porque son más rentables y
generan mejores ingresos. El problema es que están dejando de producir y
consumir productos tradicionales por aquellos de exportación que son más
rentables”, explicó el economista Julio Prudencio en el seminario
"Recientes Transformaciones Agrarias en Bolivia”, organizado por la
Fundación Tierra.
En el análisis presentado por Prudencio,
en las cosechas 2000 y 2001 la producción de los cultivos básicos para la
alimentación (haba, arveja, cebolla, tomate, maíz, choclo, papa, yuca e
inclusive el trigo y el arroz) representaba el 7,11%, mientras que los cultivos
de exportación (caña de azúcar, girasol, soya, sésamo) llegaban al 67,55%.
"Doce años después, los mismos cultivos
básicos para la alimentación representan el 9.21%, con un incremento de
sólo el 2%, mientras que los cultivos de exportación ahora
representan el 71,38% del total de la superficie cultivada en Santa Cruz (aumentaron
3,73%)”, agregó.
Dijo que la superficie cultivada de
la soya transgénica aumentó cerca de 622 mil hectáreas en 12 años y la
papa creció sólo en 2.000 hectáreas.
"Lo que es peor, otros cultivos
básicos de las canastas de consumo de la población -por ejemplo, el
tomate, ajo, haba, yuca, cebada grano e inclusive los forrajes para los
animales, como la alfalfa y la cebada- han disminuido”.
El investigador de la Fundación Tierra, Miguel
Urioste, coincidió en que los cultivos tradicionales se producen en menor
cantidad, lo cual modificó la dieta de los bolivianos en el campo y en
las ciudades.
"Cada vez se consume más azúcar, arroz,
pollo, aceite y lácteos, que son productos de origen industrial, y se consumen
menos alimentos originarios como las papas, el amaranto, la chía y otros,
que son tradicionales”, precisó.
En su informe, el experto reveló
que, por ejemplo, los campesinos sólo producen el 20% de los lácteos que
consumen, el 24% de las leguminosas, el 42% de las frutas, el 40% de las carnes
y el 14% de las verduras. El resto lo deben comprar.
Contradicción
Urioste considera contradictorio que el
Gobierno impulse la soberanía alimentaria del país con el incremento de
la producción agroindustrial, en perjuicio de las hortalizas, frutas, legumbres
y otros cultivos.
Las políticas de soberanía alimentaria planteadas por el Estado, tienen estrecha relacióncon la agroindustria, entre las que se destaca la política agraria, que están estrechamente relacionadas a la implementación de la política de tierras. La tenencia de la tierra y la producción agraria, que están definidos por: i) la distribución de tierras, ii) el comportamiento de la producción agrícola; iii) el comportamiento de la importación de productos agrícolas y agroindustriales; y, iv) la situación de los ingresos de la población para la adquisición de alimentos.