Los agroecosistemas y sus equilibrios constituyen el foco de análisis de la agroecología.
Altieri, principal teórico y propulsor de una agricultura sustentable, define a la agroecología como " un marco teórico cuyo fin es analizar los procesos agrícolas de una manera interdisciplinaria [...] considera a los ecosistemas agrícolas como las unidades fundamentales de estudio" (Altieri 2009, 69).
A diferencia del modelo de agricultura tradicional, la cual entiende que las causas principales de la baja productividad que caracteriza la agricultura campesina son las plagas, la deficiencia de nutrientes y el uso de una tecnología tradicional, desde la agroecología el problema surge cuando el agroecosistema no está en equilibrio.
Ante esta situación, la solución para la agricultura tradicional es la incorporación de agroquímicos y la adopción de nuevas tecnologías sin tomar en cuenta que dichos limitantes para la productividad constituyen señales de desbalances dentro de las dinámicas complejas de los agroecosistemas, los cuales son "comunidades de plantas y animales interactuando con su ambiente físico y químico que ha sido modificado para producir alimentos, fibras, combustibles y otros productos para el consumo y procesamiento humano" (Altieri 2009, 71).
El enfoque agroecológico propone técnicas culturalmente compatibles, ecológicamente y económicamente viables, a la medida de las necesidades y circunstancias de las comunidades campesinas, revalorizando e incorporando el conocimiento local sobre los procesos ecológicos y las tecnologías tradicionales a las tecnologías modernas, sin modificar el ecosistema campesino y maximizando el uso de los recursos localmente disponibles (Altieri 2009).
Bibliografía:
Altieri, Miguel A. 2009, ‘El estado del arte de la agroecología: revisando avances y desafíos’. Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA), cap. 3, pp. 69-94.