La economía es un conjunto de acuerdos tecnológicos, legales y sociales a partir de los cuales una comunidad busca aumentar sus estándares de vida materiales y espirituales.
En cualquier sistema económico, las funciones elementales de producción, distribución y consumo ocurren dentro de un mundo natural circundante. Una de las funciones que desempeña el entorno natural es la de proveer materias primas y energía, sin los cuales serán imposibles la producción y el consumo. En consecuencia, uno de los impactos que tiene un sistema económico sobre la naturaleza es que consiste en explotarla para proveerse de materias primas para mantener el sistema en funcionamiento. Las actividades de producción y consumo también generan desechos o residuos que regresan al entorno natural. De acuerdo como se manipulen estos residuos pueden conducir a la contaminación del ambiente natural.
El estudio de la naturaleza en su papel como proveedor de materias primas se denomina economía de los recursos naturales. El estudio del flujo de los residuos y su impacto en el mundo natural se denomina básicamente “economía ambiental”. También se debe incluir dentro de este concepto el desequilibrio en el hábitat por los programas de urbanización y la degradación del paisaje por cualquier actividad humana.
En el modelo ortodoxo de la economía no se incluye al ambiente como factor relevante. A partir de la década del sesenta y con las crisis energéticas de los años setenta, los economistas comenzaron a cuestionarse sobre la validez del crecimiento sin límites logrado gracias a los flujos de capital. Las teorías tradicionales sostenían que la relación económica producción–consumo, no se ve afectada por el entorno natural; de agotarse los recursos de la naturaleza, sin duda éstos pueden ser reemplazados por el trabajo y el capital.
Con la aparición de las teorías sobre los límites del crecimiento, se incorporan al análisis los peligros de la expansión continua, tanto en el aspecto demográfico como de utilización de recursos no renovables y contaminación. En esta otra línea, Nicholas Georgesuc-Roegen, haciendo una comparación entre el proceso económico y la física, dijo que el hombre no crea ni destruye materia prima o energía, solo la ”absorbe y expele continuamente”. “Recibe recursos naturales valiosos y despide desperdicios sin valor”