Foro de Participación 2.3

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Una vez que haya analizado los dos documentos presentados en la actividad previa, le invitamos a utilizar este foro para:

Analizar y compartir los datos más relevantes de ambos documentos.

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Re: Foro de Participación 2.3

de Jose Rodolfo Vargas Aramayo -
Ambos documentos revelan que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado constituye uno de los principales núcleos de desigualdad estructural en América Latina. Ambos documentos, desde metodologías distintas pero convergentes, evidencian que las mujeres —especialmente las de sectores populares, rurales e indígenas— asumen la mayor carga global de trabajo, combinando actividades remuneradas y no remuneradas, lo que perpetúa una pobreza del tiempo que restringe su autonomía económica, política y emocional. Desde la economía feminista y la interseccionalidad, ambos estudios desmantelan la noción tradicional del trabajo como empleo formal y visibilizan el valor social, económico y afectivo del cuidado, que sostiene la vida y la reproducción del sistema productivo
En un plano más estructural, estos análisis demuestran que la desigualdad del tiempo no es solo un problema doméstico, sino un indicador profundo de justicia social. Mientras en Costa Rica el reconocimiento legal del trabajo no remunerado (Ley 9325) permite medir su aporte al PIB mediante cuentas satélite, en Bolivia el CEDLA impulsa su visibilización como insumo político para la formulación de políticas de cuidado con enfoque de derechos. Ambas experiencias coinciden en que sin redistribución del tiempo, no hay igualdad posible: el cuidado debe ser compartido entre el Estado, el mercado, la comunidad y los hogares. De esta manera, las encuestas de uso del tiempo se consolidan como herramientas feministas para transformar los sistemas económicos patriarcales y avanzar hacia un horizonte donde cuidar y ser cuidado sea un derecho, no una carga invisibilizada.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Adriana Pascuala Vasquez Quirita -
Tu reflexión destaca claramente que ambos documentos coinciden en mostrar el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado como un núcleo de desigualdad estructural en la región. La idea de pobreza del tiempo es central: limita la autonomía de las mujeres y revela que el cuidado sostiene la vida, aunque siga invisibilizado por el sistema económico.

Tanto el caso de Costa Rica como el de Bolivia muestran caminos distintos pero complementarios para reconocer este trabajo y avanzar hacia políticas de cuidado con enfoque de derechos. En ambos, el mensaje es claro: sin redistribución del tiempo y corresponsabilidad social, no es posible hablar de igualdad real.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Elizabeth Jamira Pedroza -
Los dos documentos: La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 de Costa Rica (INEC) y la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 de Bolivia (CEDLA) muestran que el trabajo de cuidado no remunerado recae mayoritariamente sobre las mujeres, y sigue siendo invisibilizado por los sistemas económicos y políticos. En Costa Rica, las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que en Bolivia, el 70% del tiempo total de las mujeres urbanas está destinado a tareas no remuneradas, frente al 30% en los hombres. Ambos estudios muestran que esta carga desigual limita el acceso de las mujeres a empleo, educación, salud y participación social.
Una diferencia importante entre los documentos es el enfoque institucional. El estudio costarricense se enmarca en una ley nacional que reconoce el trabajo doméstico no remunerado como parte del Producto Interno Bruto, lo que permite visibilizar su aporte económico. En cambio, el estudio boliviano enfatiza las consecuencias sociales y emocionales de la “pobreza de tiempo”, especialmente en mujeres de sectores populares, y denuncia la ausencia de políticas públicas que reconozcan y apoyen a quienes cuidan. Ambos coinciden en que la falta de corresponsabilidad y de servicios públicos de cuidado perpetúa la desigualdad de género.
Ambos estudios llaman a la acción: es urgente avanzar hacia sistemas integrales de cuidado que redistribuyan esta responsabilidad entre el Estado, la comunidad, las familias y los géneros. Reconocer el cuidado como trabajo, garantizar derechos para quienes lo ejercen y transformar las normas patriarcales que lo naturalizan son pasos esenciales para construir sociedades más justas y sostenibles.
Estos documentos no solo ofrecen datos, sino que nos interpelan éticamente. Si el cuidado sostiene la vida, ¿por qué sigue siendo una carga invisible para millones de mujeres? La respuesta está en transformar el modelo: despatriarcalizar el cuidado, reconocerlo como derecho y construir políticas que lo valoren como pilar del desarrollo humano.
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Re: Foro de Participación 2.3

de CRISTIAN MARCELO VIRUEZ YAPUR -
De acuerdo con tú análisis ya que son las mujeres las que dedican prácticamente su vida a actividades de cuidado sin recibir ningún tipo de compensación económica y que esta se reduce la replicación de patrones de comportamiento, desde Centro América hasta los Andes las condiciones son parecidas en algunos casos dramáticamente más graves como en el caso boliviano, es que el proceso civilizatorio se encuentra con parones de relativismo cultural, estereotipos y replicas de prácticas de quienes han dominado desde siempre a costa de los intereses de más de la mitad de la población (mujeres) estos estudios son contundentes desde el punto de vista científico y claramente demuestran que prácticamente no estamos avanzando como sociedades en la igualdad de ejercicio de derechos.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Margarita Castellón Paco -
Es lamentable que las instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Estaditica no tenga hasta el momento datos sobre la economia del cuidado en Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales  que cumplen el trabajo de las instituciones publicas de Bolivia.  Uno de ellos CENDA, quien en sus estadisticos de la economia del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el dia a realizar este trabajo en casa , pese a que gran parte de ellas tambien realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos asi llamados domesticos.

En consecuencia, la falta de datos estadisticos del INE, inivisivilizan este trabajo de los cuidados no remunerado y no se hacen cargo de brindarles a quienes cuidan sin ser remunerados un futuro justo, equitativo y sostenible en el tiempo

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Re: Foro de Participación 2.3

de Orlando Rodrigo Moreno Lara -
Es preocupante que el Instituto Nacional de Estadística (INE) no disponga de datos sobre la economía del cuidado en Bolivia, lo que invisibiliza el trabajo no remunerado que realizan principalmente las mujeres. Según CENDA, ellas dedican 6.10 horas diarias a estas labores, a menudo sin dejar de lado sus empleos remunerados. Esta falta de información institucional impide reconocer y valorar adecuadamente el papel de las cuidadoras, socavando su acceso a oportunidades justas y equitativas en el futuro. Es fundamental que el Estado asuma su responsabilidad en la recopilación y presentación de estos datos.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Nicole Cevallos -
Ls mujeres vivimos una triple jornada: trabajo remunerado, trabajo doméstico y trabajo de cuidados, lo que genera sobrecarga de trabajo para las mujeres, y brechas de tiempo libre entre hombres y mujeres.
Las mujeres trabajan mas horas que los hombres en total, ya que la suma del trabajo remunerado y no remunerado superan el trabajo realizado por los hombres. Además, las mujeres participan mucho más en el trabajo doméstico y en el cuidado de personas en los hogares.
Los datos muestran que la desigualdad del tiempo es real ya que existe menos ocio, menos descanso, menos autonomía y más carga para las mujeres. Y también dejan claro que el trabajo de cuidado sostiene el bienestar del país, pero sigue siendo invisible y no remunerado.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Margarita Castellón Paco -
Es lamentable que las instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Estaditica no tenga hasta el momento datos sobre la economia del cuidado en Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales que cumplen el trabajo de las instituciones publicas de Bolivia. Uno de ellos CENDA, quien en sus estadisticos de la economia del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el dia a realizar este trabajo en casa , pese a que gran parte de ellas tambien realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos asi llamados domesticos.
En consecuencia, la falta de datos estadisticos del INE, inivisivilizan este trabajo de los cuidados no remunerado y no se hacen cargo de brindarles a quienes cuidan sin ser remunerados un futuro justo, equitativo y sostenible en el tiempo
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Re: Foro de Participación 2.3

de Margarita Castellón Paco -
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Foro de Participación 2.3
miércoles, 22 de octubre de 2025, 18:13
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Re: Foro de Participación 2.3
de Jose Rodolfo Vargas Aramayo - miércoles, 12 de noviembre de 2025, 12:27
Ambos documentos revelan que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado constituye uno de los principales núcleos de desigualdad estructural en América Latina. Ambos documentos, desde metodologías distintas pero convergentes, evidencian que las mujeres —especialmente las de sectores populares, rurales e indígenas— asumen la mayor carga global de trabajo, combinando actividades remuneradas y no remuneradas, lo que perpetúa una pobreza del tiempo que restringe su autonomía económica, política y emocional. Desde la economía feminista y la interseccionalidad, ambos estudios desmantelan la noción tradicional del trabajo como empleo formal y visibilizan el valor social, económico y afectivo del cuidado, que sostiene la vida y la reproducción del sistema productivo
En un plano más estructural, estos análisis demuestran que la desigualdad del tiempo no es solo un problema doméstico, sino un indicador profundo de justicia social. Mientras en Costa Rica el reconocimiento legal del trabajo no remunerado (Ley 9325) permite medir su aporte al PIB mediante cuentas satélite, en Bolivia el CEDLA impulsa su visibilización como insumo político para la formulación de políticas de cuidado con enfoque de derechos. Ambas experiencias coinciden en que sin redistribución del tiempo, no hay igualdad posible: el cuidado debe ser compartido entre el Estado, el mercado, la comunidad y los hogares. De esta manera, las encuestas de uso del tiempo se consolidan como herramientas feministas para transformar los sistemas económicos patriarcales y avanzar hacia un horizonte donde cuidar y ser cuidado sea un derecho, no una carga invisibilizada.
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Re: Foro de Participación 2.3
de Elizabeth Jamira Pedroza - miércoles, 12 de noviembre de 2025, 20:30
Los dos documentos: La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 de Costa Rica (INEC) y la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 de Bolivia (CEDLA) muestran que el trabajo de cuidado no remunerado recae mayoritariamente sobre las mujeres, y sigue siendo invisibilizado por los sistemas económicos y políticos. En Costa Rica, las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que en Bolivia, el 70% del tiempo total de las mujeres urbanas está destinado a tareas no remuneradas, frente al 30% en los hombres. Ambos estudios muestran que esta carga desigual limita el acceso de las mujeres a empleo, educación, salud y participación social.
Una diferencia importante entre los documentos es el enfoque institucional. El estudio costarricense se enmarca en una ley nacional que reconoce el trabajo doméstico no remunerado como parte del Producto Interno Bruto, lo que permite visibilizar su aporte económico. En cambio, el estudio boliviano enfatiza las consecuencias sociales y emocionales de la “pobreza de tiempo”, especialmente en mujeres de sectores populares, y denuncia la ausencia de políticas públicas que reconozcan y apoyen a quienes cuidan. Ambos coinciden en que la falta de corresponsabilidad y de servicios públicos de cuidado perpetúa la desigualdad de género.
Ambos estudios llaman a la acción: es urgente avanzar hacia sistemas integrales de cuidado que redistribuyan esta responsabilidad entre el Estado, la comunidad, las familias y los géneros. Reconocer el cuidado como trabajo, garantizar derechos para quienes lo ejercen y transformar las normas patriarcales que lo naturalizan son pasos esenciales para construir sociedades más justas y sostenibles.
Estos documentos no solo ofrecen datos, sino que nos interpelan éticamente. Si el cuidado sostiene la vida, ¿por qué sigue siendo una carga invisible para millones de mujeres? La respuesta está en transformar el modelo: despatriarcalizar el cuidado, reconocerlo como derecho y construir políticas que lo valoren como pilar del desarrollo humano.
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Re: Foro de Participación 2.3
de Margarita Castellón Paco - miércoles, 12 de noviembre de 2025, 20:39
Es lamentable que las instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Estaditica no tenga hasta el momento datos sobre la economia del cuidado en Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales que cumplen el trabajo de las instituciones publicas de Bolivia. Uno de ellos CENDA, quien en sus estadisticos de la economia del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el dia a realizar este trabajo en casa , pese a que gran parte de ellas tambien realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos asi llamados domesticos.
En consecuencia, la falta de datos estadisticos del INE, inivisivilizan este trabajo de los cuidados no remunerado y no se hacen cargo de brindarles a quienes cuidan sin ser remunerados un futuro justo, equitativo y sostenible en el tiempo

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Re: Foro de Participación 2.3
de Nicole Cevallos - miércoles, 12 de noviembre de 2025, 23:35
Ls mujeres vivimos una triple jornada: trabajo remunerado, trabajo doméstico y trabajo de cuidados, lo que genera sobrecarga de trabajo para las mujeres, y brechas de tiempo libre entre hombres y mujeres.
Las mujeres trabajan mas horas que los hombres en total, ya que la suma del trabajo remunerado y no remunerado superan el trabajo realizado por los hombres. Además, las mujeres participan mucho más en el trabajo doméstico y en el cuidado de personas en los hogares.
Los datos muestran que la desigualdad del tiempo es real ya que existe menos ocio, menos descanso, menos autonomía y más carga para las mujeres. Y también dejan claro que el trabajo de cuidado sostiene el bienestar del país, pero sigue siendo invisible y no remunerado.
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Re: Foro de Participación 2.3
de Margarita Castellón Paco - jueves, 13 de noviembre de 2025, 18:50
Es lamentable que las instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Estaditica no tenga hasta el momento datos sobre la economia del cuidado en Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales que cumplen el trabajo de las instituciones publicas de Bolivia. Uno de ellos CENDA, quien en sus estadisticos de la economia del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el dia a realizar este trabajo en casa , pese a que gran parte de ellas tambien realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos asi llamados domesticos.
En consecuencia, la falta de datos estadisticos del INE, inivisivilizan este trabajo de los cuidados no remunerado y no se hacen cargo de brindarles a quienes cuidan sin ser remunerados un futuro justo, equitativo y sostenible en el tiempo
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Re: Foro de Participación 2.3

de Margarita Castellón Paco -
lamentable que las instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Estaditica no tenga hasta el momento datos sobre la economia del cuidado en Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales que cumplen el trabajo de las instituciones publicas de Bolivia. Uno de ellos CENDA, quien en sus estadisticos de la economia del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el dia a realizar este trabajo en casa , pese a que gran parte de ellas tambien realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos asi llamados domesticos.
En consecuencia, la falta de datos estadisticos del INE, inivisivilizan este trabajo de los cuidados no remunerado y no se hacen cargo de brindarles a quienes cuidan sin ser remunerados
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Re: Foro de Participación 2.3

de Margarita Castellón Paco -
lamentable que las instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Estaditica no tenga hasta el momento datos sobre la economia del cuidado en Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales que cumplen el trabajo de las instituciones publicas de Bolivia. Uno de ellos CENDA, quien en sus estadisticos de la economia del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el dia a realizar este trabajo en casa , pese a que gran parte de ellas tambien realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos asi llamados domesticos.
En consecuencia, la falta de datos estadisticos del INE, inivisivilizan este trabajo de los cuidados no remunerado y no se hacen cargo de brindarles a quienes cuidan sin ser remunerados
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Re: Foro de Participación 2.3

de Rocio Zubieta -
CONCLUSIONES
1. La Desigualdad de Género en la Carga de Cuidado es una Constante Estructural
Ambas encuestas, con diferente alcance geográfico, confirman la persistencia y rigidez de los roles de género en la distribución del trabajo no remunerado. La ENUT 2022, al ser nacional, ya había establecido que el tiempo dedicado por las mujeres al cuidado y al trabajo doméstico superaba con creces al de los hombres. La Encuesta Urbana 2023 ratifica que esta desigualdad no se mitiga significativamente en los centros urbanos (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto), a pesar del mayor acceso a servicios. El CEDLA, que elaboró el estudio de 2023, afirma que se busca visibilizar las "Desigualdades: tiempos y trabajos" (Título de la Encuesta Urbana 2023), evidenciando que esta carga es el eje central de la desigualdad social y económica en Bolivia.
2. El Cuidado es una Contribución Económica que Requiere Valoración y Política Pública
El fundamento de ambas encuestas es transformar el trabajo de cuidado en un dato económico. El objetivo es "cuantificar y visibilizar el tiempo asignado al trabajo remunerado, al trabajo doméstico y de cuidado no remunerados, así como conocer su contribución a la sostenibilidad de la vida y a su peso en la economía nacional (PIB)" (Referencia: Resumen de la Encuesta Urbana 2023, CEDLA). Esta conclusión respalda el Artículo 338 de la CPE boliviana, que reconoce el cuidado como fuente de riqueza, proporcionando las cifras necesarias para que el Estado cumpla con su corresponsabilidad mediante la creación de políticas de inversión en servicios.
3. Las Políticas de Corresponsabilidad deben Ser Adaptadas al Contexto (Rural vs. Urbano)
La diferencia en el enfoque (Nacional vs. Urbano) subraya la necesidad de políticas diferenciadas. La ENUT 2022 permite ver la carga agravada por la falta de servicios básicos en el área rural. Por otro lado, la Encuesta Urbana 2023 enfoca la desigualdad en un contexto con más servicios, sugiriendo que las soluciones deben centrarse en la "promoción de la igualdad de género y la corresponsabilidad del Estado, el mercado" (Referencia: Resumen de la Encuesta Urbana 2023, CEDLA), enfocándose en la infraestructura de cuidado socializado (guarderías, centros de día) y la flexibilidad laboral en las ciudades.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Nory Clementina Miranda Garcia -
En ambos documentos sobre los datos, quiero compartir el dato más relevante: Trabajo total según condición étnica solo logré identificar que en ambos documentos el TCR son las personas indígenas que declaran más horas de trabajo que la población no indígena o mestiza. Esto es relevante sobre el racismo histórico en las sociedades, demuestra una vez más como es necesario seguir hablando sobre el racismo estructural en las desigualdades y en el cuidado. (Costa Rica: Población mestiza M41:01H 53:30. Bolivia: se observa que la población indígena de ambos sexos participa en mayor proporción en el trabajo remunerado y por un tiempo promedio superior en comparación con los no indígenas) .
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Re: Foro de Participación 2.3

de Patricia Isabel Sainz Prestel -
Los resultados de ambas encuestas de uso del tiempo revelan un patrón estructural común en la región, las mujeres asumen entre el doble y el triple de trabajo doméstico y de cuidados que los hombres. Esto, condiciona su participación en el mercado laboral, su tiempo libre y su bienestar. Mientras ellos presentan mayores tasas de participación laboral y más horas de trabajo remunerado, las mujeres enfrentan una doble carga. Ambos estudios muestran que factores como la edad, la educación, el estado conyugal y la condición étnica influyen en estas desigualdades, y que la distribución del tiempo está profundamente marcada por normas sociales que naturalizan el rol femenino en el cuidado. Además, se evidencia que incluso cuando se avanza en participación laboral femenina, la mayor carga de trabajo no remunerado persiste, reduciendo su tiempo de autocuidado por ejemplo. En conjunto, estos datos subrayan la necesidad de promover la corresponsabilidad entre Estado, mercado, comunidad y hogares, y permitan avanzar hacia sociedades más igualitarias y sostenibles.
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Re: Foro de Participación 2.3

de IVONNE CARLA ARAOZ APAZA -
Ambos documentos coinciden en mostrar que las desigualdades de género siguen siendo el eje central en la distribución del tiempo, los cuidados y el trabajo no remunerado. En ambos estudios, las mujeres dedican una proporción significativamente mayor de su tiempo al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, mientras los hombres destinan más horas al trabajo remunerado y al ocio. Esta brecha evidencia que la organización social del cuidado continúa sustentada en las mujeres, afectando su acceso a empleos de calidad, ingresos y autonomía económica.

En el caso de Costa Rica, los datos destacan la persistencia de una “doble jornada” para las mujeres, quienes combinan empleo remunerado con extensas cargas de trabajo no remunerado. Por su parte, en las ciudades de Bolivia, los resultados del CEDLA (2023) muestran patrones similares, pero con particularidades urbanas: una mayor sobrecarga de cuidados en hogares de bajos ingresos, desigualdades más marcadas en las ciudades con mayor informalidad laboral y una fuerte presencia del trabajo doméstico no remunerado como mecanismo de sostenimiento del hogar. También se evidencia que las mujeres tienen menos tiempo disponible para educación, descanso y participación social, lo que reproduce la precarización y limita sus oportunidades en el mercado laboral.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Liannet Coello Pérez -
Al revisar la ENUT 2022 de Costa Rica y la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 de Bolivia, aparece un patrón muy claro en ambos documentos: las mujeres siguen siendo quienes asumen la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, independientemente de su edad, nivel de ingresos o condición laboral. Los estudios muestran que las mujeres destinan muchas más horas al cuidado de niñas, niños, personas mayores, personas enfermas o con discapacidad, mientras que los hombres concentran más tiempo en el trabajo remunerado.
Ambos documentos también evidencian que este trabajo no remunerado tiene un enorme valor para la economía, aunque no sea reconocido, y que la falta de servicios públicos y políticas de cuidado hace que las familias, y especialmente las mujeres, carguen con la responsabilidad de sostener la vida cotidiana. Tanto en Costa Rica como en Bolivia se observan desigualdades adicionales asociadas a la pobreza, la urbanidad, la edad y las responsabilidades familiares, lo que muestra que el uso del tiempo está condicionado por múltiples factores.
En síntesis, las dos encuestas confirman que los cuidados son un trabajo esencial, pero invisibilizado, y que avanzar hacia la corresponsabilidad entre Estado, comunidad, mercado y hogares es indispensable para reducir estas desigualdades y garantizar vidas más dignas para quienes cuidan y para quienes necesitan cuidados.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Katherine Tatés -
Existe una diferencia institucional es clave entre ambos estudios, mientras Bolivia se encuentra en un proceso pionero de levantamiento urbano piloto, Costa Rica avanza hacia una institucionalización plena, con mediciones quinquenales y su incorporación formal en el Sistema de Cuentas Nacionales. Este contraste evidencia distintos niveles de consolidación estadística, pero también un consenso conceptual compartido sobre la centralidad del trabajo de cuidado.
Ambos estudios muestran que las mujeres trabajan más horas en total que los hombres cuando se suma el trabajo remunerado y el no remunerado.
En Bolivia, el estudio destaca que las mujeres tienen una mayor carga global porque dedican mucho más tiempo a actividades domésticas y de cuidado, incluso cuando participan en el mercado laboral. La encuesta señala que la participación femenina en el trabajo no remunerado es prácticamente universal, mientras que la de los hombres es significativamente menor, tanto en frecuencia como en duración
En Costa Rica, las mujeres superan ampliamente a los hombres en tiempo dedicado al trabajo doméstico no remunerado, mientras que ellos concentran más horas en trabajo remunerado. Esta diferencia persiste en todos los grupos de edad, zonas geográficas y niveles educativos, lo que demuestra su carácter estructural
Uno de los aportes más relevantes de las dos encuestas es evidenciar que las desigualdades de género interactúan con otras desigualdades estructurales.
En Bolivia se ha implementado la recolección de datos en función del: nivel educativo: a menor educación, mayor participación femenina en trabajo no remunerado; nivel de ingresos: los hogares con menos recursos obligan a las mujeres a asumir más tareas domésticas por ausencia de servicios y sustitutos de mercado; condición étnica: las mujeres indígenas presentan mayor carga global de trabajo, tanto remunerado informal como no remunerado y composición del hogar: la presencia de niños, adultos mayores o personas con discapacidad aumenta desproporcionadamente el tiempo de cuidado femenino, no es distinto del estudio en Costa Rica
Ambos estudios apuntan a un mismo horizonte: diseñar políticas de corresponsabilidad social del cuidado. Para Bolivia, la encuesta constituye un insumo inicial para abrir un debate nacional sobre sistemas integrales de cuidado. Para Costa Rica, los datos permiten actualizar su cuenta satélite, servir como base para políticas nacionales de igualdad y orientar estrategias para redistribuir el trabajo no remunerado.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Erika Castillo -
En conclusión, los resultados de la Encuesta de Uso del Tiempo en Bolivia evidencian que la desigual distribución del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado es el sustrato fundamental de la desigualdad de género en el ámbito urbano. El aprendizaje central es que la sobrecarga femenina, lejos de ser un asunto privado, es una variable económica crítica que limita el potencial de desarrollo tanto de las mujeres como del país. Por lo tanto, cualquier estrategia de desarrollo nacional que aspire a la equidad debe incluir de manera prioritaria la medición, el reconocimiento y la redistribución de este trabajo invisible, transformando la corresponsabilidad en un principio rector de las políticas públicas, el mercado y la vida familiar
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Re: Foro de Participación 2.3

de Natty Marianela Pari Machaca -
Si bien, la distribución de las tareas domésticas y de cuidado deben ser compartidas, pienso que trabajar en la planificación familiar desde la pareja o individual es importante, asumir la responsabilidad de la maternidad es aún un tabú. Un día en Francia, conversando con una colega americana, quien estaba con su hija de más o menos 8 años, surgió la pregunta clásica y piensas tener otro hij@? o, para cuándo el segundo?. Respuesta: no tendré otro, porque he calculado que solo podría darle todo lo necesario a uno, en caso de que por algún motivo su padre no esté a nuestro lado (mucho calculo capitalista? o mucha practicidad?)
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Re: Foro de Participación 2.3

de Marco Antonio Varias Alvarez -
Me pareció interesante la metodología que se empleó en Costa Rica, donde se entrevistó a personas de 12 años y más. Además, es notable que entre 2017 y 2022 la carga global de trabajo incrementó en las mujeres, mientras que en los hombres disminuyó.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Ysaias Montero Vaca -
En Costa Rica, alrededor del 98 % de las personas de 12 años y más destinan tiempo a realizar al menos una actividad de trabajo doméstico no remunerado (TDNR) a la semana. No obstante, el tiempo efectivo promedio, así como el tiempo social promedio, evidencian que se mantienen las brechas por sexo, ya que son las mujeres quienes dedican una mayor cantidad de tiempo efectivo por semana, con 32:04 horas (treinta y dos horas y cuatro minutos), entretanto los hombres destinan 15:44 horas, lo que significa que las mujeres dedican en promedio el doble del tiempo que los hombres.
Otra información que me llamó mucho la atención es que, en Costa Rica, el cuidado de las personas del hogar son parte de las actividades a las que la población le dedica más tiempo efectivo. En términos generales, las mujeres asumen una mayor responsabilidad en el cuidado indistintamente de la edad. Particularmente, en el cuidado de menores de 12 años y en el de personas adultas mayores (65 años y más) las mujeres dedican en promedio 60 % más del tiempo que dedican los hombres, en tanto, que, en el cuidado de personas totalmente dependientes, quienes requieren apoyo constante, las mujeres dedican poco más del doble del tiempo que destinan los hombres (13:32 y 6:25 horas, respectivamente).
En Bolivia, las actividades de trabajo no remunerado incluyen el trabajo doméstico para el propio hogar, el trabajo de cuidado de miembros del hogar y el trabajo de apoyo sin pago para otros hogares y para la comunidad. El 90% de las personas realiza algún tipo de actividad doméstica por un tiempo promedio de 3:38 horas diarias. En cambio, el 37,9% realiza actividades de cuidado de otros miembros del hogar por un tiempo promedio de 2:24 horas diarias.
Con respecto al trabajo de cuidado, las principales tareas realizadas son el apoyo en el cuidado fisiológico (dar de comer, vestir, asear, etc.), el apoyo en actividades escolares, mantener espacios de sociabilidad (conversar, jugar, contar cuentos, etc.) y el cuidado de la salud. En todas, la mayor participación y carga de trabajo también recae sobre las mujeres. El 23,8% de la población, una de cada tres mujeres y el doble que los hombres, efectúan esta forma de cuidado, especialmente cuando hay niños y adultos en el hogar. El tiempo medio de dedicación es de 10 horas entre las mujeres, 3:30 horas más que entre los hombres.

Según la información revisada, es evidente que en Bolivia la división sexual del trabajo y la naturalización de la capacidad de las mujeres para cuidar, sostenidas en valoraciones sociales, son prácticas culturales y estereotipos de género. En este sentido, los datos muestran que, en el marco de un patrón de fuertes desigualdades de género, efectuar el trabajo doméstico no remunerado tiene como resultado facilitar la inserción de los hombres en el trabajo remunerado y proporcionar bienestar a los miembros del núcleo familiar, sin contraprestaciones para mejorar el bienestar de las mujeres.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Adriana Martinez Traslaviña -
Las encuestas de uso del tiempo han evolucionado desde estudios tempranos del siglo XX centrados en la vida obrera hasta convertirse en herramientas fundamentales para visibilizar el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. Este tránsito refleja un cambio profundo en la comprensión de la economía: del interés por el tiempo libre y las condiciones laborales, hacia la necesidad de reconocer las actividades invisibles que sostienen la vida y que, pese a su importancia, quedaron históricamente fuera de las mediciones oficiales.

América Latina ha desempeñado un papel clave en este desarrollo, aportando marcos conceptuales, metodologías y avances institucionales que posicionan a la región como referente en la economía del cuidado. La Cepal, los sistemas estadísticos nacionales, grupos técnicos especializados y diversos actores académicos y sociales han consolidado un camino que combina producción de conocimiento con incidencia política.

En Costa Rica, el proceso de institucionalización de la medición del trabajo no remunerado muestra una trayectoria sólida y continua. Desde el año 2000, con la creación de la Comisión Interinstitucional de Contabilización del Trabajo Femenino, el país ha articulado esfuerzos entre instituciones públicas y universidades para avanzar en la cuantificación del tiempo dedicado al cuidado y a las tareas domésticas. La aprobación de la Ley 9325 en 2015 marcó un hito al reconocer oficialmente la necesidad de contabilizar este aporte dentro del Sistema de Cuentas Nacionales, asignando al INEC y al Banco Central responsabilidades claras en su implementación.

La primera Encuesta Nacional de Uso del Tiempo en 2017 consolidó este camino, y la ENUT 2022 reafirma el compromiso del país con la producción de estadísticas de calidad, con perspectiva de género y metodologías robustas. El diseño, la capacitación, la recolección y el análisis siguieron estándares rigurosos, y la asistencia técnica internacional fortaleció aún más la operación. Este enfoque garantiza datos confiables para comprender cómo distribuyen su tiempo mujeres y hombres, y cómo estas diferencias reproducen desigualdades estructurales.

La ENUT no solo ofrece información técnica; funciona como una herramienta para transformar la manera en que la sociedad entiende el trabajo. Permite visibilizar la centralidad del cuidado en el bienestar social y en la economía, identificar brechas de género, y aportar evidencia sólida para la formulación de políticas públicas que promuevan la corresponsabilidad. Al hacer visible lo invisible, estas encuestas cuestionan la idea de que el cuidado es un asunto privado y femenino, y lo colocan como un tema de interés público, político y económico.

En conjunto, esta trayectoria revela un avance significativo: el trabajo no remunerado dejó de ser un ámbito relegado para convertirse en un elemento central en el análisis económico y en la planificación estatal. La ENUT 2022 se proyecta como una pieza clave para construir sociedades más justas, reconociendo que el cuidado es un pilar del desarrollo y que su distribución equitativa es esencial para lograr igualdad y bienestar.
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Re: Foro de Participación 2.3

de ANDREA PERICON ROMERO -
En ambos documentos, se pueden establecer que se mantienen las diferencias entre hombres y mujeres entre el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, reflejando que las mujeres dedican aproximadamente el doble del tiempo que los hombres al trabajo doméstico no remunerado, en actividades específicas como la limpieza, cuidado de personas dependientes y preparación de alimentos, las mujeres asumen la mayor parte del tiempo (por ejemplo, en la limpieza de ropa y el cuidado de dependientes del hogar). Así mismo, refleja la desigualdad en actividades de tiempo libre y ocio: Las mujeres dedican más tiempo a la convivencia social (cerca de 10 horas en promedio), mientras que los hombres dedican un poco menos. Sin embargo, en actividades como recreación, deportes y actividades de entretenimiento, los hombres invierten más tiempo que las mujeres. Por ejemplo, los hombres destinan cerca de 7 horas semanales a estas actividades, en comparación con aproximadamente 5 horas de las mujeres. También se puede visibilizar las diferencias en participación en actividades remuneradas siendo los hombres aquellos que dedican más tiempo y reciben mayor pago por su trabajo, lo que a su vez demuestra que también son los hombres quienes tienen mas tiempo para dedicar al ocio, frente a las mujeres que ese tiempo lo dedican para el trabajo doméstico.
Lastimosamente al no tener los datos validados en Bolivia sobre el tema, se convierte en una tarea lenta y difícil establecer políticas nacionales para cambiar esta realidad.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Silvia Montecinos -
- La desigualdad de género en la carga de cuidado es una constante estructural: Tanto la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) 2022 como la Encuesta Urbana 2023 confirman que las mujeres dedican significativamente más tiempo al cuidado y trabajo doméstico no remunerado que los hombres, sin que esta desigualdad se mitigue sustancialmente en áreas urbanas.
- El cuidado es una contribución económica que requiere valoración y política pública: Ambas encuestas buscan visibilizar y cuantificar el tiempo dedicado al trabajo de cuidado no remunerado, reconociendo su contribución a la sostenibilidad de la vida y a la economía nacional. Esto respalda el Artículo 338 de la Constitución Política del Estado (CPE) boliviano, que reconoce el cuidado como fuente de riqueza.
- Las políticas de corresponsabilidad deben ser adaptadas al contexto: La ENUT 2022 y la Encuesta Urbana 2023 sugieren que las políticas deben ser diferenciadas para abordar las necesidades específicas de áreas rurales y urbanas. En áreas rurales, la falta de servicios básicos agrava la carga de cuidado, mientras que en áreas urbanas, las soluciones podrían centrarse en infraestructura de cuidado socializado y flexibilidad laboral.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Orlando Rodrigo Moreno Lara -
La desigualdad de género en la carga de cuidados es evidente, con las mujeres dedicando más tiempo al trabajo no remunerado, según la ENUT 2022 y la Encuesta Urbana 2023. Esta situación exige una valoración adecuada de su contribución económica, respaldada por el Artículo 338 de la CPE de Bolivia. Además, es crucial que las políticas de corresponsabilidad se adapten a las especificidades de cada contexto, abordando las diferentes necesidades de áreas rurales y urbanas, para mitigar esta desigualdad y promover una distribución equitativa de las responsabilidades de cuidado.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Fátima Zulema Saavedra Suárez -
En los documento se pudo encontrar sobre la carga desigual del cuidado no remunerado, donde señala que las encuestas de uso del tiempo de Costa Rica y Bolivia confirman la profunda división sexual del trabajo en las tareas de cuidado, donde las mujeres asumen la mayor responsabilidad. En las áreas urbanas de Bolivia, un 44.7% de las mujeres participa en actividades de cuidado, frente a solo un 30.1% de los hombres. En general, las mujeres dedican consistentemente un tiempo efectivo promedio mucho mayor que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, señalando una profunda desigualdad de género en la distribución del tiempo social total.  

Por otro lado, señala sobre la nitensa dedicación al cuidado de personas dependientes, en la cual muestra la desproporción de tiempo se agudiza en el cuidado directo de personas con alta dependencia. En Costa Rica, las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres al cuidado de personas totalmente dependientes: 13 horas y 32 minutos semanales, en comparación con las 6 horas y 25 minutos que dedican los hombres. Incluso en el cuidado de menores de 12 años y personas adultas mayores (65 años y más), las costarricenses dedican en promedio un 60% más de tiempo que los hombres, lo que subraya la alta intensidad y el esfuerzo en la jornada de cuidados femenina.  

También menciona sobre la realidad de la discapacidad y la sobrecarga diaria, donde indica que el estudio de Bolivia visibiliza la demanda de apoyo, al reportar que 331,184 personas en las principales ciudades requieren cuidados por discapacidad o enfermedad crónica.La atención a este grupo es altamente intensiva, ya que un 27.1% de estas personas con discapacidad que reciben cuidado lo hacen durante más de 8 horas diarias. Esta enorme carga recae principalmente en el ámbito familiar, dado que la mayoría de los hogares cuidadores no cuentan con servicios de apoyo remunerado, convirtiendo la ayuda en una responsabilidad casi exclusiva y no visibilizada.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Magali Maya Quisbert Gómez -
La lectura de la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo (CEDLA, 2023) y de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo de Costa Rica (INEC, 2022) revela una radiografía común en América Latina: la organización social del trabajo se sostiene sobre una profunda desigualdad en la distribución del tiempo. Ambos estudios, desde realidades nacionales distintas, coinciden en mostrar cómo las tareas que garantizan la sostenibilidad de la vida —el trabajo doméstico y los cuidados— continúan siendo realizadas mayoritariamente por mujeres, sin reconocimiento económico ni político.

Además, ambos documentos subrayan que el trabajo no remunerado actúa como un subsidio invisible para el funcionamiento del mercado laboral y del propio Estado. Sin embargo, la respuesta pública sigue siendo insuficiente. Aunque se avanza en la medición del tiempo, la región continúa sin políticas integrales de cuidado que redistribuyan la carga entre el Estado, el mercado, las comunidades y los hogares.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Alba Camacho -
Después de analizar los dos documentos, me quedó claro que ambos coinciden en algo fundamental: el uso del tiempo revela desigualdades enormes entre hombres y mujeres, especialmente en el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado. En la ENUT de Costa Rica se muestra que estas tareas son clave para el bienestar de los hogares y hasta para la economía del país, pero siguen recayendo mayormente en las mujeres, lo que crea brechas en empleo, ingresos y tiempo libre. El estudio del CEDLA en Bolivia va en la misma línea y demuestra que, en ciudades como La Paz, Cochabamba o Santa Cruz, las mujeres dedican muchas más horas al trabajo de cuidado, mientras que los hombres se concentran más en el trabajo remunerado. Con esta base, puedo mencionar que ambos documentos resaltan de qué manera el trabajo no remunerado sostiene la vida y la economía, pero todavía no se reconoce ni se distribuye de forma justa.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Maria Estela Machaca Leandro -
Ambos estudios son un aporte valioso para la economía del cuidado, ya que nos muestran la importancia sobre el papel del trabajo doméstico y del cuidado en la reproducción de la fuerza laboral, el funcionamiento económico y su contribución esencial a la producción económica en Bolivia y Costa Rica. Se coincide en que el cuidado es históricamente un trabajo que ha recaído, en su mayoría, sobre las mujeres, siendo este un indicador clave de “desigualdad”. Desigualdad de género que se traduce en la medición del uso del tiempo y la carga desigual sobre las mujeres, hecho que termina afectando a los derechos y proyectos de vida de las mujeres, evidenciándose la ausencia de la corresponsabilidad. Costa Rica, a través de la Ley 9325, reconoce legalmente este trabajo y lo incorpora en el cálculo del PIB, no obstante, para el caso de Bolivia simplemente este trabajo es nominal.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Paola Rospigliozi Mita -
En cuanto a la encuesta de uso de tiempo de Costa Rica, me parece que las actividades de cuidado al interior del hogar constituyen uno de los ámbitos a los que la población dedica mayor tiempo efectivo. De manera sistemática, las mujeres asumen una carga desproporcionada en estas tareas, independientemente del grupo etario de las personas cuidadas. En particular, en el cuidado de niñas y niños menores de 12 años y en el de personas adultas mayores (65 años o más), las mujeres destinan en promedio un 60 % más de tiempo que los hombres. Esta brecha se amplía en el cuidado de personas totalmente dependientes —aquellas que requieren apoyo constante— donde las mujeres dedican más del doble del tiempo que los hombres (13:32 horas frente a 6:25 horas semanales, respectivamente). Además del tiempo efectivo dedicado al cuidado activo, ambos sexos invierten una cantidad significativa de horas en cuidado pasivo o “estar pendiente”, es decir, la vigilancia simultánea mientras realizan otras actividades. En el caso del cuidado de niñas y niños menores de 12 años, las mujeres, además de las 12 horas semanales de cuidado activo, destinan aproximadamente 15 horas adicionales a la supervisión pasiva. Exceptuando al grupo de 12 a 64 años, las mujeres asignan entre 15 y 24 horas semanales al cuidado pasivo de cada grupo etario. Por su parte, los hombres dedican entre 10 y 19 horas semanales a este tipo de cuidado, combinándolo con otras actividades domésticas, laborales o personales. La brecha de género en el cuidado no remunerado dentro del hogar se evidencia claramente en el gráfico 4.6., donde se presenta el tiempo efectivo promedio destinado a cada actividad. Un hallazgo relevante es que tanto hombres como mujeres dedican menos de 4 horas semanales al cuidado activo de personas adultas mayores no dependientes, mientras que el tiempo asignado al cuidado pasivo asciende, en promedio, a 14 horas semanales. Es importante destacar que esta población —al no ser totalmente dependiente— suele participar también en el apoyo y cuidado de otros miembros del hogar, lo que complejiza aún más la distribución del tiempo y las cargas de trabajo doméstico.
Por otro lado, sin demostrar remarcadas diferencias, en el documento del cedla 2023, en el contexto boliviano, El tiempo total o carga global de trabajo se define como la suma de las horas destinadas al trabajo remunerado y al trabajo no remunerado por el conjunto de la población, independientemente de si dichas actividades se realizan en el mercado, en el propio hogar o en otros hogares. La EUT-CEDLA 2023 ofrece, por primera vez, una medición integral de este indicador para la población de 12 años y más, estimando un total de 35 millones de horas diarias de trabajo. De este volumen, aproximadamente 18 millones de horas corresponden al trabajo remunerado (51,3%) y 17 millones de horas al trabajo no remunerado (48,7%). La distribución de la carga global de trabajo muestra diferencias marcadas por sexo. Los hombres destinan 10,1 millones de horas diarias al trabajo remunerado (66% del total que realizan), mientras que las mujeres dedican 7,8 millones de horas (39,8%). En contraste, las mujeres asignan 11,8 millones de horas diarias al trabajo no remunerado (60,2%), frente a 5,2 millones de horas en el caso de los hombres (34%). Esta asimetría —representada en el gráfico 1— pone de relieve la persistente sobrecarga de trabajo doméstico y de cuidados que recae sobre las mujeres. Las consecuencias económicas y sociales de esta distribución desigual son ampliamente documentadas y se manifiestan, entre otros fenómenos, en la feminización de la pobreza, observada tanto en Bolivia como en diversos países de la región. En este sentido, la carga global de trabajo constituye un indicador clave para dimensionar el aporte del trabajo no remunerado a la economía y sirve como base para ejercicios de valoración económica y estimaciones de su eventual contribución al Producto Interno Bruto (PIB).
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Re: Foro de Participación 2.3

de Denisse Mostajo Tellez -
Analizando ambos documentos, uno de los apartados que me llamó mas la atención fue la comparación entre hombres y mujeres del trabajo no remunerado, siendo realmente las mujeres las que sostenemos la vida. Tanto en Costa Rica y Bolivia aparece el mismo patrón: las mujeres cargan con la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidados, trabajo que sostiene a las familias y a la economía, pero que no se paga ni se reconoce.

Costa Rica (ENUT 2022):
Las mujeres dedican 31,2 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado, mientras los hombres apenas 14,4 horas

Bolivia (CEDLA 2023):

Las mujeres realizan 4h 29 min diarios de trabajo no remunerado; los hombres solo 1h 54 min. Esto significa que por cada hora que un hombre dedica al hogar, una mujer dedica más del doble.
Esta desigualdad no es natural: responde a la división sexual del trabajo, que asigna a las mujeres el rol de cuidadoras, limitando su autonomía económica, su tiempo libre y su bienestar.

Por otro lado, se debe visibilizar también la “doble jornada”, donde las mujeres trabajan más horas en total que los hombres (suman trabajo remunerado + no remunerado).Cuando se suman ambas formas de trabajo —la que se paga y la que no—, las mujeres terminan con más horas de trabajo total que los hombres, pese a que ellos pasan más tiempo en trabajo remunerado.

Costa Rica (ENUT 2022):
Las mujeres acumulan 66,6 horas semanales de carga global de trabajo, mientras los hombres suman 58,6 horas
Bolivia (CEDLA 2023):
Las mujeres trabajan 8h 05 min diarios, sumando todos los tipos de trabajo; los hombres, 6h 24 min
Es decir, ellas trabajan 1h 41 min más por día. Aquí la desigualdad se vuelve estructural: aunque las mujeres participan menos del empleo formal, trabajan más horas en total. Esto sostiene el sistema económico a costa del tiempo y la salud de las mujeres.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Jhaskara Ligia Chumacero Moscoso -
Ambos documentos; La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 de Costa Rica (INEC) y la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 de Bolivia (CEDLA) visibilizan en principio que detrás de los porcentajes y datos estadísticos referidos al cuidado permanecen aún las estructuras patriarcales que reproducen sistemas de desigualdad para hombres y mujeres. Mujeres que tienen hasta una doble jornada laboral para poder ejercer sus derechos al trabajo, económicos, vida política, educación, superación, etc., hombres que a su vez quieran asumir su rol en las tareas reproductivas, pero que los patrones de masculinidad de alguna forma inciden en su participación en las tareas reproductivas. Los datos que develan los dos documentos impulsan a que los Estados deban promover políticas públicas que reconozcan el cuidado como un derecho, el trabajo del cuidado como un trabajo cualificado que aporta al sistema productivo y al Producto Interno Bruto de los países, que promueva la redistribución del tiempo, coste y la responsabilidad del trabajo de cuidado no remunerado entre el Estado, sector privado, las comunidades, las familias, así estaremos dando pasos hacia la anhelada igualdad de condiciones y oportunidades para todas, todos y todes.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Eva Cristina Urbina Cabrera -
La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 (Costa Rica) y la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 (Bolivia) posibilitan, mediante datos, evidenciar que el trabajo doméstico y de cuidado remunerado son un componente clave en la desigualdad estructural en América Latina. Este recae desproporcionadamente sobre las mujeres, lo cual perpetúa las diferencias en términos de autonomía económica, tiempo libre y autocuidado. La desigualdad se intensifica en mujeres indígenas, rurales y de bajos ingresos.
Ambos estudios destacan el valor económico y social del cuidado (que sustenta la vida y el sistema productivo), resaltando la urgencia de políticas de corresponsabilidad en donde participen el Estado, el mercado, la comunidad y los hogares. Reconociendo que la falta de corresponsabilidad estatal y servicios públicos de cuidado perpetúan un modelo que naturaliza que la responsabilidad recaiga mayoritariamente en las mujeres.
La falta de evidencia, como estudios sobre encuestas del uso del tiempo, se sustenta como herramienta feminista para visibilizar el aporte económico del cuidado y fundamentar políticas públicas con enfoque de derechos.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Luana Jiménez -
La Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 de Costa Rica (INEC) y la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 de Bolivia (CEDLA), son documentos que describen en números las desigualdades estructurales que sufren las mujeres con relación al trabajo doméstico y no remunerado, evidenciando una mayor carga de trabajo que ha sido impuesta históricamente a las mujeres por la sociedad capitalista. Ambas encuestas comparten el objetivo de visibilizar la contribución del trabajo no remunerado a la sociedad y la economía, y de medir la desigualdad de género en el uso del tiempo.
Reconocer el trabajo no remunerado como parte fundamental de la economía es visibilizar su gran aporte en la sostenibilidad de la vida. Se debe plantear la redistribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidado entre hombres y mujeres e implementar políticas públicas de corresponsabilidad que involucren al Estado, el mercado, las familias y la comunidad. El trabajo no remunerado es esencial para la economía, pero sigue invisibilizado, por lo que urge su reconocimiento, redistribución y políticas públicas de corresponsabilidad entre todos los actores de la sociedad.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Tania Rodriguez -
1. La Desigualdad de Género en la Carga de Cuidado esta tan naturalizado en la estructura social que somos las mujeres quienes lo reproducimos. Está tan interiorizado que las cifras lanzadas en las encuestas parecen imparables e irreversibles.
2. Cambiar las políticas públicas es el camino para revertir la desigualdad de género en relación a la carga horaria del cuidado. No obstante, en un país que no puede ni cubrir con servicios básicos de educación, pareciera que generar equilibrio en la carga horaria de la mujer en relación a los cuidados del hogar se vean utopicos.
3. Las Políticas de Corresponsabilidad pareciera que es otra carga más para las mujeres. ya que somos nosotras quienes tenemos que enseñar, transmitir habitos corresponsables en las familias. En familias en las que el coyugue se muestra predispuesto es factible, pero ¿de qué servirán las políticas estatales en entornos familiares donde no hay apoyo?
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Re: Foro de Participación 2.3

de ZULEMA TICONA MAIDANA -
ambos informes sobre estadisticas muestran realiddes casi similares...la de costa rica muestra un estudio realmente extenso desde el 2017 haasta el 2022... donde la comparacion del area rural con la urbana marca una diferencia significativa cuando se habla del TRABJO DOMESTICO NO REMUNERADO /TDNR) entre el 2017 y 2022 las mujres tienen una diferencia de 3% con respecto al incremento de TDNR Y EN EL AREA RURAL PESE A QUE MUESTRA UN 5% DE INCREMENTO SOLO DISMINUYE CON RESPECTO al 2022 ya que muestra el 34%..
los cuidados siguen recayendo mas en las mujres con respecto a los hombres, ya que muestran ambos años menos del 16% en los TDNR
OTRO DATO IMPORTANTE QUE OBSERVO ES DEL trabajo remunerado /TR)el incremento del 5% que las mujres acceden a trabajos por la igualdad de genero entre el 2017 y 2022...en el area urbana y un incremento del 7% en el area rural, ya que ambos pregenitores deben trbajar para la sostenibilidad del hogar de manera economica.
con respecto al segundo documento reciente del 2023 reaizado en bolivia en los departamentos de la paz , cochabamba, ssanta cruz, y el alto.
deacuerdo a la OIT existen el trabajo por ocupacion y el trabajo por consumo en donde muestra que el trabajo por ocupacion las horas de diferenci entre un hombre y una mujer sonde 15h. pero, en la de consumo es mas en las mujeres que en los hombre varia en ocho horas mas en la mujer que en el hombre.
lo que me lleva a sintetizar que todo el trabajo de cuidados no remunerados estan sobre los hombres de las mujeres.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Thelma Vanessa Guerra Diaz -
Los dos documentos de INEC de Costa Rica y Bolivia respectivamente, aunque son en años distintos el problema es el mismo:

muestran que el trabajo de cuidado no remunerado recae mayoritariamente sobre las mujeres, y sigue siendo invisibilizado por los sistemas económicos y políticos. En Costa Rica, las mujeres dedican más del doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado, mientras que, en Bolivia, el 70% del tiempo total de las mujeres urbanas está destinado a tareas no remuneradas, frente al 30% en los hombres. Ambos estudios muestran que esta carga desigual limita el acceso de las mujeres a empleo, educación, salud y participación social.


En Bolivia. Como siempre, la tarea se lo dejan a instituciones no gubernamentales que cumplen el trabajo de las instituciones públicas de Bolivia. Uno de ellos CENDA, quien, en sus estadísticas de la economía del cuidado del 2023, muestran que el trabajo de los cuidados no remunerado es realizado por las mujeres, quienes dedican 6.10 horas en el día a realizar este trabajo en casa, pese a que gran parte de ellas también realizan trabajos remunerados fuera de sus hogares, pero no por ello dejan de lado los trabajos así llamados domésticos.

Y así resulta ya sea en Centro América o América de Sur. Todavía es una tarea larga donde el GOBIERNO tiene que involucrarse.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Roxana Zaconeta Molina -
Los resultados de la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 en La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto muestran una marcada desigualdad de género: las mujeres dedican mucho más tiempo al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, mientras que los hombres concentran más horas en el trabajo remunerado.
Principales hallazgos
• Carga de trabajo no remunerado
o Las mujeres realizan alrededor del 70% del trabajo doméstico y de cuidado no remunerado en las ciudades estudiadas
o este trabajo invisible equivale a millones de horas diarias y representa cerca de un cuarto del PIB nacional.
Distribución del tiempo por género
• Mujeres: dedican en promedio más del doble de horas que los hombres a tareas como cocinar, limpiar, lavar ropa y cuidar niños, ancianos o personas con discapacidad.
• Hombres: concentran más tiempo en actividades laborales remuneradas y tienen mayor acceso al ocio y al descanso.
La encuesta confirma que el tiempo es un recurso desigual: mientras los hombres tienen más horas disponibles para empleo y ocio, las mujeres cargan con la mayor parte del trabajo invisible que sostiene la vida cotidiana. Reconocer y redistribuir estas tareas es clave para avanzar hacia la igualdad de género y un desarrollo más justo.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 en Costa Rica muestran una marcada desigualdad de género: las mujeres dedican mucho más tiempo al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, mientras que los hombres concentran más horas en el trabajo remunerado y el ocio.
Principales hallazgos de la ENUT 2022 (Costa Rica)
• Carga de trabajo no remunerado
o Las mujeres realizan la mayor parte de las tareas domésticas y de cuidado.
• Dedican en promedio más del doble de horas que los hombres a estas actividades.
• Incluye cocinar, limpiar, lavar ropa, cuidar niños, adultos mayores y personas con discapacidad.
Trabajo remunerado y ocio
• Los hombres concentran más tiempo en actividades laborales remuneradas.
• También disfrutan de más horas de ocio y descanso en comparación con las mujeres.
La ENUT 2022 confirma que el tiempo es un recurso distribuido de manera desigual en Costa Rica. Mientras los hombres tienen más horas para empleo y ocio, las mujeres cargan con la mayor parte del trabajo invisible que sostiene la vida cotidiana. Reconocer y redistribuir estas tareas es clave para avanzar hacia la igualdad de género y un desarrollo más justo.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Cynthia Silva Maturana -
Entre los datos que arrojan estos documentos, se puede ver que en Costa Rica 32:04 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado (TDNR), mientras los hombres destinan apenas 15:44 hora, mientras que son los hombres los que dedican más tiempo al trabajo remunerado. Es decir que las mujeres terminan siempre con una carga global mayor, pero con menos ingresos, lo que no sólo determina la sobrecarga de trabajo de las mujeres, sino las barreras a su autonomía económica y por tanto su sujeción a las estructuras sociales que construyen el poder ligado al dinero.
Para el caso de Bolivia, los datos tienen las mismas tendencias, los hombres dedican un 66 % de su tiempo al trabajo remunerado y 34 % al no remunerado; en contraste, las mujeres dedican apenas un 39,8 % a trabajo remunerado, pero un 60,2 % a trabajo no remunerado,
En ambos países se evidencia la división de género del trabajo doméstico y de cuidados, que coloca una carga desproporcionada sobre las mujeres. Este desbalance limita gravemente su autonomía económica y social, reduce sus posibilidades de empleo remunerado, descanso o participación pública, y reproduce desigualdades estructurales.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Claudia Andrea Vaca Albornoz -
Los documentos nos muestran diferentes visiones en cada país, visiones estadísticas, el cual podríamos entrelazar un estrecho muy largo de igualdades x desigualdades, una frase que vi en una de mis lecturas decía EL TIEMPO ES ORO Y PERDERLO ES UN DELITO. El tiempo que nosotros invertimos en hacer algo ya sea productivo o no productivo y mucho más cuando la mujer en estos tiempos es la que mayor tiempo invierte hacia las otras personas
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Re: Foro de Participación 2.3

de Maryori Cardenas -
Los datos de la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 en Bolivia y la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 en Costa Rica confirman la existencia de una profunda desigualdad de género que es la ausencia de corresponsabilidad en las tareas de cuidado y domésticas. El cuidado, que incluye desde el mantenimiento del hogar hasta la atención de niños y personas dependientes, es un trabajo esencial pero no remunerado que sostiene la economía y el bienestar social, siendo asumido de manera desproporcionada por las mujeres.
Las estadísticas de las lecturas, las mujeres en ambas naciones soportan una mayor carga global de trabajo(remunerado y no remunerado) que los hombres. En Costa Rica, las mujeres trabajan en promedio 4 horas y medias más por semana que los hombres una diferencia impulsada casi en su totalidad por el trabajo no remunerado, ellas dedican más del doble de tiempo que los hombres a las labores domésticas y de cuidado, lo que resulta en una jornada extendida que limita su tiempo libre y descanso.
La raíz de esta desigualdad radica en la persistencia de roles de género tradicionales que asignan a las mujeres la responsabilidad primaria del ámbito privado, mientras que los hombres mantienen una mayor participación en el trabajo remunerado, esta división sexual del trabajo se perpetúa por la ausencia de corresponsabilidad, entendida como la distribución equitativa de las responsabilidades de cuidado entre mujeres y hombres en el hogar, y entre la familia, el Estado y el mercado, al igual, la falta de una infraestructura accesible de servicios de cuidado (como guarderías, centros de atención a la dependencia) obliga a las familias a gestionar el cuidado internamente, recayendo la presión casi siempre sobre las mujeres.
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Re: Foro de Participación 2.3

de José Augusto Yañez Vargas -
El tiempo de cuidado es una problemática pendiente, no solo en Bolivia, sino en toda la región, incluso a nivel mundial (apelando a que vivimos en un sistema patriarcal). Así, en base a los documentos podemos indicar que un paso importante para avanzar desde un nivel estructural, es visibilizar las desigualdades originadas por el tiempo de cuidado que utilizan mujeres y hombres, siendo que las primeras tienen una sobrecarga en este sentido. Entonces, la encuesta de uso del tiempo es un trabajo pendiente en Bolivia para poder tener datos empíricos y concretos respecto de esta forma de violencia invisibilizada en muchos de los casos. Por su parte, este insumo permitirá generar políticas públicas más específicas a partir de la información generada. Mientras tanto, existen instituciones especializadas que vienen generando datos mas localizados que permitan un análisis del tiempo de cuidado para lograr una incidencia al respecto y los procesos de sensibilización y cuestionamiento a los roles de la masculinidad tradicional.
En respuesta a José Augusto Yañez Vargas

Re: Foro de Participación 2.3

de Thalía Silvana Lipa Condori -
Totalmente de acuerdo: el tiempo de cuidado refleja una desigualdad estructural del sistema patriarcal. Las encuestas de uso del tiempo son esenciales para visibilizar esta sobrecarga que enfrentan las mujeres y reconocerla como una forma de violencia invisibilizada. Con datos concretos podremos impulsar políticas públicas y procesos de sensibilización que cuestionen los roles tradicionales y promuevan la corresponsabilidad del cuidado.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Orlando Rodrigo Moreno Lara -
“Desigualdades, tiempos y trabajos”
En este documento se estudia la distribución de los tiempos de trabajo remunerado y no remunerado, donde se pone de manifiesto que las desigualdades de género aún continúan siendo estructurales. Las mujeres llevan particularmente al frente la mayor parte de los cuidados, de tal forma que se asigna en el caso de las mujeres casi el doble de horas que en el caso de los hombres. Se pone énfasis, además, en que el trabajo de los hogares y de los cuidados son necesarios para mantener la vida, pero no son cuantificados ni tienen valoración del trabajo en la economía formal. 
El texto también señala la falta de corresponsabilidad social y estatal, lo que perpetúa desigualdades y limita la autonomía económica de las mujeres. 
Se termina señalando la necesidad de políticas públicas que redistribuyan estos tiempos, que reconozcan el aporte económico del cuidado y promuevan sistemas integrales que permitan mantener el equilibrio de las cargas entre Estado, familias, mercado y sociedad.

“Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 (ENUT)” – Costa Rica
Este trabajo muestra datos estadísticos sobre cómo la población organiza su tiempo en actividades pagadas, domésticas, de cuidado y tiempo libre. La evidencia que aparece en los resultados constata una disparidad importante: las mujeres aumentan su participación, sus horas dedicadas al trabajo doméstico no remunerado y al cuidado, en tanto que los hombres incrementan el tiempo del trabajo remunerado. 
La ENUT da cuenta de esas diferencias en todas las regiones, niveles de educación y en los tipos de hogar. También pone en evidencia que el trabajo no remunerado constituye una aportación muy importante a la economía, tal que podría ser contabilizado mediante cuentas satélite. Este trabajo, además, señala que medir el uso del tiempo es fundamental para construir políticas de igualdad, para cumplir con los compromisos internacionales contraídos (de ODS y de CEDAW) y para visibilizar la doble jornada que llevan a cabo las mujeres.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Ermin Patiño Fernández -
A. Tiempo Promedio Dedicado
El tiempo social (promedio en toda la población) en actividades no remuneradas muestra una brecha significativa:
Mujeres: Dedican 5 horas y 52 minutos al trabajo no remunerado.
Hombres: Dedican 2 horas y 57 minutos al trabajo no remunerado.
Las mujeres destinan más del doble de tiempo que los hombres al trabajo no remunerado.
B. Intensidad y Tipo de Cuidado
La diferencia es más marcada al desagregar el tipo de actividad y la intensidad:
Trabajo Doméstico y Cuidado: En promedio, las mujeres dedican 2 horas más a las tareas domésticas y 1 hora más a las actividades de cuidado que los hombres.
Jornadas Largas: El 61.3% de las mujeres dedica 4 horas o más al día a las tareas del hogar, en comparación con solo el 28.8% de los hombres.
Jornadas Mínimas: El 25% de los hombres destina apenas 1 hora o menos a estas tareas, mientras que esta proporción es solo del 10% entre las mujeres.
Fines de Semana: El trabajo no remunerado del hogar, y específicamente el cuidado, no deja de ser una responsabilidad principal de las mujeres todos los días de la vida.
3. Condicionantes Socioeconómicos
La desigualdad en el uso del tiempo se interrelaciona con factores como el ingreso y la educación:
Ingreso Familiar: La participación en el trabajo no remunerado disminuye para ambos sexos a medida que aumenta el nivel de ingreso del hogar, debido a la posibilidad de contratar apoyo remunerado para estas tareas.
Nivel Educativo: Independientemente del nivel educativo, la regla se mantiene: los hombres dedican más tiempo al trabajo remunerado y las mujeres al no remunerado. No obstante, los
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Re: Foro de Participación 2.3

de Thalía Silvana Lipa Condori -
“Tanto la ENUT 2022 como la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 del CEDLA muestran que las mujeres en Bolivia siguen soportando una carga desproporcionada de trabajo total, especialmente en el ámbito doméstico y de cuidado no remunerado. Estos estudios visibilizan la necesidad urgente de reconocer y valorar este trabajo en las estadísticas nacionales y en las políticas públicas, promoviendo la corresponsabilidad entre Estado, mercado y familias. Además, aportan un marco conceptual desde la economía feminista que entiende la reproducción social como parte esencial de la sostenibilidad de la vida.”
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Re: Foro de Participación 2.3

de Cristina Salomé Lipa Challapa -
Revisado los dos documentos Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 (ENUT 2022, INEC – Costa Rica) y otro de Desigualdades: tiempos y trabajos – Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 (2023, CEDLA – Bolivia), se puede destacar los siguientes aspectos: 1) El ENUT 2022 revela brechas de género en la distribución del tiempo en Costa Rica, las mujeres dedican considerablemente más horas que los hombres al trabajo doméstico no remunerado y al cuidado; el promedio semanal de tiempo dedicado al cuidado de personas dependientes por parte de mujeres fue de 13 horas con 32 minutos, mientras que los hombres dedicaron mucho menos tiempo a ese tipo de tareas, pero además que las mujeres terminan asumiendo una doble y hasta una triple jornada laboral, situación que limita su acceso a empleo estable, ingresos propios, participación social y tiempo libre. 2) Por su parte, el informe de CEDLA de 2023 sobre uso del tiempo en ciudades bolivianas (La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y El Alto) reafirma que el trabajo no remunerado —doméstico, de cuidado, comunitario— continua siendo mayoritariamente asumido por mujeres, mientras los hombres concentran más horas en trabajo remunerado. Un 92,2 % de las personas encuestadas realizan trabajo no remunerado; pero el peso mayor recae en las mujeres, lo que evidencia una desigualdad estructural. Ambos documentos evidencial que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado continua siendo un pilar invisible de la reproducción social que es realizado mayormente por las mujeres, generando desigualdades, limitando sus derechos y consolida la subordinación estructural.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Nizacel Adela Paz Amabobo -
Ls mujeres vivimos en 3 trabajo: trabajo remunerado, doméstico y de cuidados, ya sea por un familiar o hijos, lo que genera sobrecarga de trabajo para las mujeres, y libera una brechas de tiempo libre para hacer algunas otras actividades beneficiosa.
Las mujeres siempre han trabajan mas horas que los hombres, la suma del trabajo remunerado y no remunerado superan el trabajo realizado por los hombres. Además, las mujeres participan mucho más en el trabajo doméstico y en el cuidado de personas en los hogares.
Los datos muestran que la desigualdad del tiempo es real ya que existe menos ocio, menos descanso, menos autonomía y más carga para las mujeres. Y también dejan claro que el trabajo de cuidado sostiene el bienestar del país, pero sigue siendo invisible y no remunerado.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Mariela Potica Marapendi -
Ambos documentos mencionan el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado son uno de los principales núcleo de desigualdad estructural en América latina. Es una clara evidencia en donde reflejan que las mujeres de los pueblos indígenas asumen hasta hoy el trabajo dentro del hogar como amas de casa, dejando de lado sus objetivos trazados en su vida, incluso habiendo culminado una profesión no lo ejercen.
Una pena que en nuestro país Bolivia refleja una estadística del 70 % es de las mujeres dedicadas a realizar trabajos no remunerados frente al 30 % de varones.
Una de las diferencias reflejadas en estos documentos es que en Costa Rica hay una ley nacional que reconoce el trabajo doméstico no remunerado como parte del PIB(producto interno bruto), con eso pueden visibilizar su aporte económico y lastimosamente en Bolivia no se cuenta con ninguna ley que garantice o reconozca el trabajo no remunerado viendo el porcentaje actual. Otro tema importante es al momento de buscar datos actuales sobre la economía del cuidado en el INE no se encuentre nada.
Estamos con la esperanza puesta en este nuevo gobierno que mejore la situación actual y se puedan crear leyes que reconozcan el trabajo no remunerado de las amas de casas.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Jhoanny Domínguez Cabrera -
Desde mi posición como psicóloga, considero que tanto la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 (Costa Rica) como la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 (Bolivia) revelan una realidad profundamente desigual: el peso del trabajo doméstico y de cuidados sigue recayendo casi exclusivamente en las mujeres, y esto continúa siendo normalizado como si fuera “lo natural” o “lo que toca”.
Más allá de los números, estos estudios ponen en evidencia una estructura social que descansa sobre el trabajo no remunerado de las mujeres, un trabajo que sostiene la vida cotidiana pero que no se reconoce, no se paga y casi nunca se agradece. Esta desigualdad en la distribución del tiempo afecta directamente la autonomía, el bienestar emocional y las oportunidades de desarrollo de millones de mujeres, quienes terminan enfrentando dobles y triples jornadas que impactan su salud mental, su tiempo de descanso y su posibilidad de vivir plenamente.

Como sociedad, debemos cuestionar por qué seguimos aceptando que el cuidado sea tratado como una responsabilidad individual, casi siempre femenina, en lugar de entenderlo como una tarea colectiva y necesaria para el funcionamiento social. Es urgente avanzar hacia sistemas de corresponsabilidad del cuidado, donde Estado, familias y comunidades asuman parte de esta carga.

Asimiso, estos documentos no solo describen estadísticas: nos confrontan con una problemática histórica que sigue reproduciendo desigualdad. Y desde la psicología, tenemos la responsabilidad de visibilizar el impacto emocional de estas brechas, apoyar a quienes sostienen el cuidado y promover un cambio cultural que reconozca que cuidar también es trabajo, y que debe ser valorado y compartido.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Eva Carola Escobar -
Los documentos analizados revelan una marcada división sexual del trabajo donde las mujeres dedican, en promedio, el doble de tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado, lo cual limita su participación en el trabajo pagado y reduce su tiempo de ocio en comparación con los hombres, perpetuando así la desigualdad económica y el derecho al descanso. Para combatir esta realidad, el desarrollo de las Encuestas de Uso del Tiempo (ENUT) se ha convertido en una herramienta clave para visibilizar y cuantificar este trabajo esencialmente invisible, transformando el cuidado en un tema de interés público y económico, con América Latina —y el caso de Costa Rica con su institucionalización mediante ley— liderando el camino, aunque en países como Bolivia la falta de datos validados sigue siendo un reto fundamental para formular políticas de corresponsabilidad y justicia social.
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Re: Foro de Participación 2.3

de José Benjamín Pullas Tapia -
Los estudios sobre uso del tiempo en Ecuador (ENUT 2022) y en Bolivia muestran que el trabajo de cuidado y las tareas domésticas siguen recayendo principalmente en las mujeres. Ellas dedican muchas más horas que los hombres al cuidado de niñas, niños, personas adultas mayores y al trabajo del hogar, incluso cuando también trabajan fuera de casa. Esto demuestra que las mujeres enfrentan una doble carga laboral: trabajo remunerado y no remunerado.

Ambos documentos evidencian que el trabajo de cuidado tiene un alto valor económico y social, aunque no sea reconocido ni pagado, y que esta desigualdad limita las oportunidades de educación, empleo e independencia económica de las mujeres. Los estudios coinciden en que es urgente que el Estado, la comunidad, las familias y el sector privado compartan de forma justa la responsabilidad del cuidado para avanzar hacia una sociedad más equitativa.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Yesica Tola Cusi -
Después de analizar los dos documentos, algo que se repite en ambos países es la enorme desigualdad en la distribución del tiempo, especialmente entre hombres y mujeres. Tanto la encuesta de Bolivia (EUT-CEDLA 2023) como la de Costa Rica (ENUT 2022) muestran que el trabajo no remunerado sigue recayendo principalmente sobre las mujeres, incluso cuando ellas también realizan trabajo remunerado.
Ambos estudios coinciden en que este trabajo invisibilizado sostiene la vida cotidiana y aporta al bienestar social y económico, pero no siempre se reconoce ni se contabiliza. También se observa que factores como la edad, el nivel educativo, los ingresos o la composición del hogar influyen en cuánto tiempo dedica cada persona al trabajo total.
Ambos documentos muestran un mismo panorama donde las mujeres tienen una carga global de trabajo mayor lo que limita su tiempo libre, su autonomía económica y sus oportunidades. Y al mismo tiempo, resaltan la importancia de medir, visibilizar y redistribuir este trabajo para avanzar hacia una verdadera igualdad.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Pedro Demetrio Garvizu Aguilar -
Los documentos detallan sobre el trabajo de cuidado no remunerado, el cual es llevado con mayor responsabilidad sobre las mujeres, esto limita considerablemente el acceso una fuente laboral y una participación mas activa en la sociedad. una de ellas reconoce el trabajo domestico, mientras que, el otro solo demuestra la ausencia de políticas destinadas a valorar y reconocer el trabajo desinteresado y no remunerado de las mujeres, en ambos casos la estructuración de políticas de cuidado deben ser tratados con la participación comunal, para que se distinga, se valore y se reconozca el trabajo del cuidado, principalmente el domestico y no remunerado, más en Bolivia que muestra el 70% del trabajo en las mujeres, principalmente no remunerado.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Graciela Padilla Arciénega -
Ambos documentos muestran que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado es un factor central de la desigualdad de género en América Latina, pues recae mayoritariamente en las mujeres —especialmente de sectores populares, rurales e indígenas—, quienes combinan largas jornadas de trabajo remunerado y no remunerado, generando pobreza de tiempo y limitando su autonomía económica y social. Mientras Costa Rica cuenta con un marco legal que reconoce y mide el aporte del cuidado al PIB, en Bolivia la ausencia de datos oficiales del INE obliga a que organizaciones como CEDLA y CENDA visibilicen esta realidad, evidenciando la falta de políticas públicas integrales. Ambos estudios coinciden en que sin redistribución del tiempo y corresponsabilidad entre Estado, mercado, comunidad y hogares, no es posible avanzar hacia una sociedad más justa y equitativa.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Walter Alfredo Santiago Maldonado Aquino -
Ambos materiales coinciden en mostrar que la organización actual del cuidado es uno de los pilares que sostiene la desigualdad de género en América Latina. Desde enfoques distintos pero complementarios, evidencian que el trabajo doméstico y de cuidado no remunerado recae de forma desproporcionada sobre las mujeres, en especial aquellas de sectores populares, rurales e indígenas, que deben articular jornadas extensas entre empleo remunerado, tareas del hogar y cuidado de personas dependientes. Esta sobrecarga genera una “pobreza de tiempo” que limita su acceso a la educación, la participación política, el descanso y el autocuidado, reproduciendo su subordinación económica y simbólica. Desde la economía feminista y la perspectiva interseccional, los documentos cuestionan la definición clásica de trabajo ligada solo al empleo formal y reconocen el cuidado como una actividad con alto valor social, económico y afectivo, indispensable para la sostenibilidad de la vida y del propio sistema productivo.

En una dimensión más estructural, los análisis muestran que la desigualdad en el uso del tiempo no es un asunto privado de cada hogar, sino un indicador profundo de justicia social y de calidad democrática. La experiencia de países que avanzan en el reconocimiento jurídico y estadístico del trabajo no remunerado, así como los esfuerzos de organizaciones que promueven sistemas integrales de cuidados, revela que visibilizar estos aportes es un paso clave para diseñar políticas públicas con enfoque de derechos. En esta línea, se plantea la necesidad de transitar hacia un modelo de corresponsabilidad en el que Estado, mercado, comunidad y familias compartan las tareas de cuidado, superando la idea de que son “cosas de mujeres”. Las encuestas de uso del tiempo y los estudios sobre la economía del cuidado se consolidan así como herramientas políticas y epistemológicas para cuestionar los sistemas económicos patriarcales y avanzar hacia sociedades donde cuidar y ser cuidado sea un derecho garantizado y no una carga invisibilizada.
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Re: Foro de Participación 2.3

de Gibrán Alejandro Valdez Flores -
En lo personal, lo más impactante es la distribución del tiempo dedicado al trabajo no remunerado, donde se entiende que entra el doméstico y de cuidados. Desde una perspectiva de género, lo revelador no solo es que las mujeres consumen más de su tiempo en este tipo de trabajo, sino que, en relación con los varones, es el doble. Para el caso de Bolivia el tiempo promedio al día es de 3 horas con 19 minutos para los varones frente a las 6 horas con 10 minutos de las mujeres; en cuanto a Costa Rica el tiempo promedio a la semana de los varones es de 15 horas con 20 minutos mientras que el de las mujeres es de 31 horas con 51 minutos. Yo agregaré el caso de México, debido a que es mi país de origen: de acuerdo con la última Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (INEGI, 2024) las mujeres dedican 39.7 horas a la semana al trabajo doméstico frente a las 18.2 horas de los varones. Aunque estos datos resultan desalentadores, me parecen un buen punto de referencia para problematizar y justificar la creación de sistemas de cuidados justos que reivindiquen la tarea colaborativa de la ética del cuidado para nuestra Latinoamérica.
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Re: Foro de Participación 2.3

de ANTONIA URUÑA CALLE -
Los datos de Costa Rica y Bolivia muestran que el trabajo de cuidados constituye un componente esencial para la sostenibilidad de la vida y la economía, pero permanece invisibilizado, no remunerado y recae de manera desproporcionada en las mujeres. La evidencia subraya la urgencia de avanzar hacia sistemas de cuidado integrales que garanticen derechos, reduzcan brechas de género y promuevan el bienestar social en su conjunto.
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Re: Foro de Participación 2.3

de MADAI GOMEZ MARZANA -
Después de revisar los dos documentos la Encuesta Urbana de Uso del Tiempo 2023 (Bolivia) y la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo 2022 (Costa Rica), se observa un patrón común y contundente: la persistente desigualdad en la distribución del tiempo entre mujeres y hombres, especialmente en lo referido al trabajo no remunerado.
Ambas encuestas revelan que las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado, dedicando entre el doble y hasta más del doble del tiempo que los hombres. Por el contrario, los hombres tienen mayor participación y más horas dedicadas al trabajo remunerado, lo que refleja una división sexual del trabajo profundamente arraigada.
El análisis de la carga global de trabajo evidencia que las mujeres acumulan jornadas más extensas al combinar responsabilidades remuneradas y no remuneradas. En Bolivia, casi la mitad del trabajo productivo diario corresponde al trabajo no remunerado, y las mujeres destinan más del 60% de su tiempo a estas actividades. En Costa Rica, las mujeres acumulan más horas totales a la semana y realizan la mayor parte del trabajo de cuidado, tanto activo como pasivo.
Las diferencias también se relacionan con factores socioeconómicos: a mayor ingreso del hogar, las mujeres reducen su tiempo en tareas no remuneradas, mientras que los hombres incrementan ligeramente su participación en estas actividades. Sin embargo, la brecha persiste con fuerza entre personas ocupadas e inactivas, siempre en detrimento de las mujeres.
En conjunto, los datos muestran que el trabajo no remunerado funciona como un subsidio invisible al sistema económico, limitando las oportunidades de las mujeres en el mercado laboral y en su desarrollo personal. Esto subraya la necesidad de políticas públicas que promuevan la corresponsabilidad del cuidado, involucrando al Estado, el mercado, las familias y las comunidades.