Sin duda, se puede afirmar que la aprobación de la Declaración sobre los Derechos de los Campesinos y Otras Personas que Trabajan en las Zonas Rurales es un proceso importante para los y las trabajadores campesinos del planeta. El reconocimiento de la ONU y su aprobación es sin duda un hecho que puede permitir enfrentar los problemas que sufren en el ámbito rural. El impulso que se da a los derechos humanos a partir de la DDC coadyuva a generar condiciones adecuadas para el mundo campesino. Sin embargo las políticas neoliberales en le continente dificultan que se pueda cumplir la DDC y siempre es una lucha constante.
En Bolivia que fue uno de los países que aprobó la Declaratoria aún las políticas son ineficientes y se vulnera los derechos de los y las campesinos. Pues Bolivia fue uno de los países que apoyo notablemente la declaración, pero sus acciones fueron contradictorias. Hubo un discurso alentador ante los organismos internacionales, pero tuvo limitantes a la hora de implementarlas plenamente o hacerlas cumplir.