Los y las campesinas en Colombia en la actualidad, y tal como lo mencionaba la profesora Ruth en su texto, no son sujetas y sujetos políticos, pues su carácter como trabajador agrario únicamente enfatiza en su trabajo desempeñado, pero en las relaciones culturales e identitarias que tienen con la tierra. Esto los ha puesto en desventaja con relación, tanto a los sujetos externos como empresas multinacionales y despojadores de tierras, como con actores en el territorio tales como poblaciones indígenas y afros, que debido a su reconocimiento con sujeto de derechos diferenciados tienen herramientas jurídicas que los protegen más. En Colombia se han creado figuras jurídicas como las Zonas de Reserva Campesina, que si bien abogan por cubrir el vacío existente, no son tan eficaces en comparación con las herramientas de indígenas y afros. Actualmente, los movimiento sociales disputan el reconocimiento de una nueva figura jurídica conocida como Territorios Campesinos Agroalimentarios, que tiene un énfasis mayor en el derecho a la soberanía alimentaria y la producción agroecológica en los territorios.