El análisis de seguridad alimentaria y nutricional, sus riesgos y vulnerabilidades no es un tema nuevo en América Latina y el Caribe. En las últimas décadas se han alcanzado importantes logros en la calidad de vida de la población: la pobreza extrema se ha reducido significativamente, han mejorado otros indices relativos a salud, educación y vivienda, se ha avanzado en la aplicación de políticas sociales y han aumentado los recursos para hacer frente a la crisis internacional y a su impacto en los alimentos.
Sin embargo, persisten importantes brechas y nuevas necesidades, que imponen crecientes desafíos a la política social.