En los últimos 50 años, se han visto cambios dramáticos en el panorama social y económico de Bolivia. El país se urbaniza rápidamente y la distribución de la población urbana y rural se ha invertido: hoy, casi el 70 % de la población vive en áreas urbanas cuando hace cincuenta años era el 70% el que vivía en zona rurales. Así como las ciudades han crecido, también lo ha hecho la economía boliviana: el crecimiento del PIB del 5.5 por ciento en 2014 fue el mas alto de América Latina.
A partir de estos datos, es importante notar que el crecimiento económico del país no ha garantizado la seguridad alimentaria de los pobres urbanos, un derecho establecido en la Constitución Política del Estado.